Dibujo de flores
Las flores como las plantas y todo aquello que inspire agradable sentimientos son eje de innumerables obras artísticas y por eso no es casualidad observar dibujos de flores en varios períodos de la historia de la humanidad. Aunque pueda sonar bastante incomprensible muchos artistas como Leonardo Da Vinci demostraron que campos como las ciencias y el arte pueden unirse fácilmente en manifestaciones artísticas; las flores como plantas son capaces de brindarnos excelentes grafismos. Sus dibujos son admirados en varios murales de casas, palacios, catedrales, etc.; y esto es no es casualidad; el auge de los dibujos de flores se hizo presente en el Renacimiento y de allí en más diversos artistas decidieron incluirlos en sus obras.
Historia
Como dijimos en el párrafo anterior, los dibujos de flores comenzaron a marcar su camino en el Renacimiento, la figura emblemática que decidió ponerlos en primer plano fue el mismísimo Leonardo Da Vinci. Éste fue el primero en fusionar las artes con una rama de la ciencia: la botánica; desde allí en más no han sido pocos los hombres y mujeres que han trabajado a favor de su interacción, la expresión artística y el conocimiento científico se aliaron con el fin de brindarle al arte un agregado bastante singular.
Aunque este resumen parezca poco interesante debemos afirma que la historia de los dibujos de flores como de plantas tiene una larga historia; unos 250 años a.C se podían distinguir dos corrientes contrapuestas cuando se necesitaban describir las plantas. Una de ellas afirmaba que las mismas sólo podían describirse a través del lenguaje, mientras que la otra pretendía describirlas correctamente utilizando las representaciones gráficas de forma exacta. Esta controversia persistió durante muchos años y surgían autores como Dioscórides que daba prioridad a los dibujos de flores como forma de describir la anatomía de la planta, y es así como la botánica empezó a hacerse presente de forma gráfica. Otro autores (Crateu y Diocle), en cambio, utilizaban los dibujos como simple bases para descripciones botánicas sin importancia; es recién en el siglo XV, con la aparición de la imprenta, que los dibujos de flores toman más color debido al auge de la medicina con plantas medicinales.
Empiezan a publicarse herbarios que combinan tanto ilustraciones como textos y en 1543 el médico alemán Leonhart Fuchs publica un herbario de grandes dimensiones en donde pueden verse los dibujos de formas más específicas y detalladas. Varios estudiosos quedaron anonadados con las figuras ya que los grafismos detallados permitían reconocer las estructuras propias de cada especie de flores, y las hojas como los frutos. Actualmente, algunos botánicos aseguran que las representaciones antiguas son incluso más exactas que las que encontramos hoy en día, esto se debe gracias a la sencillez de los trazos.
Cómo dibujar flores
Los dibujos de flores no son complicados de realizar, pero antes de hacerlos debemos tener en cuenta que cada modelo requiere de un tratamiento particular que reflejará la calidad expresiva de la imagen. Además podemos decir, que cuando cada uno de nosotros comienza a dibujar para aprender, es muy probable que lo primero que nos enseñen sea cómo dibujar una flor; para empezar debemos dibujar una flor aislada, y para esto es necesario emplear figuras geométricas como rectángulos o cuadrados.
En caso de utilizar un cuadrado para el dibujo de flores, entonces la dividiremos en cuatro partes iguales en donde ubicaremos cada uno de los elementos de la flor. La rosa es lo más fácil de dibujar, la pondremos en un cuadro, realizamos las subdivisiones, siempre cuidando las formas de los pétalos; para su entonación fijaremos los oscuros máximos pero sin emplear lápices blandos. Luego eliminaremos las líneas primitivas y nos encontraremos en perfectas condiciones para dibujar el modelo, ajustando la entonación de manera progresiva con la punta del lápiz. Perfilaremos los diversos pétalos y buscaremos los tonos que le brinden al dibujo una mayor sensación de realismo; de esta forma se obtienen los dibujos de flores. Como pudimos ver la rosa es lo más sencillo de realizar pero nos servirá de base para otro tipo de grafismos como el clavel o la margarita, por ejemplo.
Las flores como las plantas y todo aquello que inspire agradable sentimientos son eje de innumerables obras artísticas y por eso no es casualidad observar dibujos de flores en varios períodos de la historia de la humanidad. Aunque pueda sonar bastante incomprensible muchos artistas como Leonardo Da Vinci demostraron que campos como las ciencias y el arte pueden unirse fácilmente en manifestaciones artísticas; las flores como plantas son capaces de brindarnos excelentes grafismos. Sus dibujos son admirados en varios murales de casas, palacios, catedrales, etc.; y esto es no es casualidad; el auge de los dibujos de flores se hizo presente en el Renacimiento y de allí en más diversos artistas decidieron incluirlos en sus obras.
Historia
Como dijimos en el párrafo anterior, los dibujos de flores comenzaron a marcar su camino en el Renacimiento, la figura emblemática que decidió ponerlos en primer plano fue el mismísimo Leonardo Da Vinci. Éste fue el primero en fusionar las artes con una rama de la ciencia: la botánica; desde allí en más no han sido pocos los hombres y mujeres que han trabajado a favor de su interacción, la expresión artística y el conocimiento científico se aliaron con el fin de brindarle al arte un agregado bastante singular.
Aunque este resumen parezca poco interesante debemos afirma que la historia de los dibujos de flores como de plantas tiene una larga historia; unos 250 años a.C se podían distinguir dos corrientes contrapuestas cuando se necesitaban describir las plantas. Una de ellas afirmaba que las mismas sólo podían describirse a través del lenguaje, mientras que la otra pretendía describirlas correctamente utilizando las representaciones gráficas de forma exacta. Esta controversia persistió durante muchos años y surgían autores como Dioscórides que daba prioridad a los dibujos de flores como forma de describir la anatomía de la planta, y es así como la botánica empezó a hacerse presente de forma gráfica. Otro autores (Crateu y Diocle), en cambio, utilizaban los dibujos como simple bases para descripciones botánicas sin importancia; es recién en el siglo XV, con la aparición de la imprenta, que los dibujos de flores toman más color debido al auge de la medicina con plantas medicinales.
Empiezan a publicarse herbarios que combinan tanto ilustraciones como textos y en 1543 el médico alemán Leonhart Fuchs publica un herbario de grandes dimensiones en donde pueden verse los dibujos de formas más específicas y detalladas. Varios estudiosos quedaron anonadados con las figuras ya que los grafismos detallados permitían reconocer las estructuras propias de cada especie de flores, y las hojas como los frutos. Actualmente, algunos botánicos aseguran que las representaciones antiguas son incluso más exactas que las que encontramos hoy en día, esto se debe gracias a la sencillez de los trazos.
Cómo dibujar flores
Los dibujos de flores no son complicados de realizar, pero antes de hacerlos debemos tener en cuenta que cada modelo requiere de un tratamiento particular que reflejará la calidad expresiva de la imagen. Además podemos decir, que cuando cada uno de nosotros comienza a dibujar para aprender, es muy probable que lo primero que nos enseñen sea cómo dibujar una flor; para empezar debemos dibujar una flor aislada, y para esto es necesario emplear figuras geométricas como rectángulos o cuadrados.
En caso de utilizar un cuadrado para el dibujo de flores, entonces la dividiremos en cuatro partes iguales en donde ubicaremos cada uno de los elementos de la flor. La rosa es lo más fácil de dibujar, la pondremos en un cuadro, realizamos las subdivisiones, siempre cuidando las formas de los pétalos; para su entonación fijaremos los oscuros máximos pero sin emplear lápices blandos. Luego eliminaremos las líneas primitivas y nos encontraremos en perfectas condiciones para dibujar el modelo, ajustando la entonación de manera progresiva con la punta del lápiz. Perfilaremos los diversos pétalos y buscaremos los tonos que le brinden al dibujo una mayor sensación de realismo; de esta forma se obtienen los dibujos de flores. Como pudimos ver la rosa es lo más sencillo de realizar pero nos servirá de base para otro tipo de grafismos como el clavel o la margarita, por ejemplo.
